domingo, 30 de agosto de 2009

Instrucciones para reemplazar a Uribe: Daniel Samper

No reproduzco la columna completa de esta semana, solo dejo estas buenas frases de Daniel Samper:

"Para quien no lo sepa, el Estado de opinión es una forma suprema de escuchar a las mayorías; un conducto similar al que le permitió obtener la victoria a Jáider Villa en Protagonistas de novela. En un Estado de opinión el gobierno se debe rodear de personas populares: nombrar de ministra de Cultura a Ángela Becerra; de ministro del Interior a Diomedes Díaz; de Fiscal a Jota Mario Valencia."

"Ahora bien: no sólo mantendré la política de seguridad, sino que seré más agresivo. Hay que buscar a la guerrilla dónde esté, ir por ella así se encuentre en lugares tan tupidos como la selva del Orinoco, la sierra del Darién o las cejas de Fidel Cano, donde, según información de inteligencia, se ocultan tres frentes: dos de las Farc y la suya propia."

"Sagaz, como soy, no pienso cometer los mismos errores de Uribe. No me convertiré en un adicto del poder. El poder enloquece. Casos se han visto. Calígula nombró cónsul a su caballo. Uribe fue más lejos: nombró a Andrés Uriel Gallego de ministro."

viernes, 28 de agosto de 2009

jueves, 27 de agosto de 2009

Acerca de Mark Twain y Una Buena Vida

Via The Positivity Blog.

Estas son 9 reglas escritas por Mark Twain para llevar una buena vida, en el artículo completo se comenta cada una, en esta entrada simplemente las mencionaré (en inglés para no alterar el significado).

1. Approve of yourself.

“A man cannot be comfortable without his own approval.”

2. Your limitations may just be in your mind.

“Age is an issue of mind over matter. If you don’t mind, it doesn’t matter.”

3. Lighten up and have some fun.

“Humor is mankind’s greatest blessing.”

“Against the assault of laughter nothing can stand.”

4. Let go of anger.

“Anger is an acid that can do more harm to the vessel in which it is stored than to anything on which it is poured.”

5. Release yourself from entitlement.

“Don’t go around saying the world owes you a living. The world owes you nothing. It was here first.”

6. If you’re taking a different path, prepare for reactions.

A person with a new idea is a crank until the idea succeeds.”

7. Keep your focus steadily on what you want.

“Drag your thoughts away from your troubles… by the ears, by the heels, or any other way you can manage it.”

8. Don’t focus so much on making yourself feel good.

“The best way to cheer yourself up is to try to cheer somebody else up.”

9. Do what you want to do.

“Twenty years from now you will be more disappointed by the things that you didn’t do than by the ones you did so. So throw off the bowlines. Sail away from the safe harbor. Catch the trade winds in your sails. Explore. Dream. Discover.”

martes, 18 de agosto de 2009

A Proposito de Galán

Para la época en la que Luis Carlos Galán fue vilmente asesinado eran otras mis prioridades (tenía 10 años) y no existía ese asomo de preocupación política que de vez en cuando me ataca. Muchos dicen que nuestro país sería complétamente diferente si en ese fatídico 18 de Agosto, Galán no se hubiera encontrado con la muerte en Soacha. En mi caso, pienso que ver grades cambios en tampoco tiempo era muy difícil y que por lo tanto la realidad sería prácticamente la misma.

Reproduzco la columna de opinón de Saúl Hernández en El Tiempo que habla un poco de esa idea que siempre he tenido:

Mi visión sobre Galán

Escribía acerca de las disculpas que Uribe le ofreció al mandatario de Ecuador (¿perdón de qué?, me preguntaba), cuando al leer la columna de don Enrique Santos me sentí llamado a contestar la inquietud que formuló: "No sé muy bien qué imagen, recuerdo o noción tengan hoy las generaciones siguientes -un colombiano entre los 30 y 40, por ejemplo- de la figura de Luis Carlos Galán Sarmiento".

Pongamos algunas cosas en perspectiva. A principios de los 80, yo tenía pegada en mi escritorio una calcomanía del famoso afiche de Galán, que había llegado en un periódico. En mi entorno -a pesar de que Antioquia dizque era un fortín conservador- no había más que liberales de racamandaca, lopistas para más señas, que lo culpaban de dividir el liberalismo y permitir el triunfo de Betancur. Es decir, yo tenía la foto de Judas en mi escritorio, en una época en la que se votaba por el trapo, no por los hombres y menos por las ideas.

En esos ya lejanos años -Gardel canta que 20 no son nada-, otros factores influyeron en la imagen que tenía de él. En Antioquia había una sensación de abandono. El alcalde del Medellín de entonces, Juan Gómez Martínez, se quejaba de que en Palacio ni siquiera le pasaban al teléfono. Barco era visto como un enemigo de Antioquia y medios como El Espectador (fundado en Medellín) no perdían ocasión para insultar y tratar de narcos a todos los antioqueños cuando éramos las víctimas directas de unos sicópatas y del centralismo indolente del Estado. En esa atmósfera hipersensible, Galán era visto con cierto recelo, como un distante señor de Bogotá.

Pero hay más. Los niveles de violencia eran aterradores y Galán nunca habló de combatir a los violentos, no era su estilo. Por lo tanto, en Medellín vivíamos anestesiados; la indiferencia era un mecanismo de defensa para mantener un ritmo de vida 'normal'. El día que mataron a Galán, en Antioquia nos habían sacudido temprano con el asesinato de Waldemar Franklyn Quintero; un mes y medio antes, con el del carismático gobernador Roldán Betancur; un año y medio atrás, con el del querido procurador Carlos Mauro Hoyos... No terminaría el recuento.

Pero pasemos a lo sustancial. El eje del ideario de Galán era la lucha contra la corrupción, contra la propensión a servirse del Estado en vez de servir a la gente a través de él. Sin embargo, fiel al estilo político de esos tiempos, su discurso redundaba en temas de mecánica electoral, en el que el Partido Liberal ocupaba lugar preponderante. Su retórica prometía decencia, pero no ofrecía ideas concretas. Dar vivas por un partido sobre una tarima era algo que muchos ya no queríamos oír.

En sus últimos años (y me reafirmo viendo videos de sus discursos y entrevistas en YouTube), Galán se mostraba como una verdadera conciencia moral del país, pero no como un líder que pudiera poner en marcha soluciones. Con un estilo muy distinto entre ambos, me atrevería a establecer un paralelo con Antanas Mockus, aunque aquel era el cabecilla de la facción política más importante y sin duda sería presidente.

Y si su disidencia era traición, su regreso al redil liberal fue oportunista e incoherente. ¿Cómo combatir la corrupción sometido a la maquinaria y la depravación del peor antro de la política nacional? Esa era la plataforma menos indicada para cumplir sus propósitos moralizadores, pero la única desde la que podía alcanzar la Presidencia, donde gobernar con absoluta transparencia es una contradicción en los términos. Por eso Galán siempre me ha parecido un fuego fatuo.

Eso sí, como amigo de la extradición, el presidente Galán auguraba restablecer el imperio de la ley, con lo que nos habríamos ahorrado tres gobiernos de náusea que siguieron a su crimen. De no ser así, el suyo habría sido tan perverso como los otros; a lo mejor el destino preservó su prestigio y lo convirtió en mito. Finalmente, me pregunto: ¿qué quedó del galanismo? ¿Cuál es su legado? Nada.

Saúl Hernández