jueves, 21 de junio de 2007

Servil

Hablando con Maria Ximena de muchas cosas llegamos a los oficios ingratos, esos que no deben existir, el peor de todos, celador. Un oficio en el que la persona es presa durante un determinado número de horas, con un relacionamiento personal mínimo con otros seres humanos, uno no sabe si es mejor el turno de la noche o el del día, en el de la noche se duerme incómodo, pero se duerme y aún queda el día para hacer lo que se tenga que hacer asi sea como un zombie. En el turno del día se tiene que llegar temprano, se debe salir de la casa mucho más temprano y se es preso por un día, de 6 a 6, para luego viajar en la peor hora de tráfico de vuelta a casa, en este turno creo que la vida personal se pierde, en el otro la tiene pero se vive a la mitad de sus capacidades. En este oficio el viaje más largo es a la tienda para hacerle el mandado a algún inquilino perezoso, el día más interesante es el día en el que los ladrones entran y el de mayor recompenza el 24 o el 31 en el que todos se acuerdan del portero y le mandan las sobras de la cena familiar, eso si, el plato lo tiene que devolver limpiecito. Este es un oficio mal remunerado, monótono y paupérrimo para el crecimiento personal, un oficio que no debe existir.

domingo, 10 de junio de 2007

U.V.

La comunidad científica debe fijarse aténtamente en un fenómeno que se presenta en la ciudad de Bogotá (no tengo conocimiento de otras ciudades). Al parecer, los rayos ultravioleta solamente son nocivos durante el fin de semana, días como el sábado, el domingo o lunes festivo hacen que los bogotanos hagan uso de sus lentes de sol para su protección, caso contrario al del resto de la semana.

miércoles, 6 de junio de 2007

1.

Los Hijos de la Guerra, este era el título de la primera entrada a este nuevo blog. Pero como si se tratara del mismísimo José García de Josefina Vicens no encontré en mi cabeza algo decente para publicar. He tenido muchas ideas últimamente, de ahí la razón para generar este espacio, hoy esas ideas no tienen la fuerza con las que fueron concebidas, entonces, es mejor dejarlas guardadas, por ahora.