miércoles, 22 de julio de 2009

La Creatividad No Existe : Pico Adworks

Gracias a un Tweet de un amigo me encontré con esta maravilla de la creatividad mexicana. Una copia descarada de la campaña PC vs MAC que lleva 3 años al aire. La agencia se llama Pico Adworks y parte de su manifiesto reza así:

"Las agencias deberían de dedicarse a ser más efectivas y menos fanfarronas.
Las agencias deberían de ver por sus clientes y no por los egos de sus creativos.
Las agencias deberían de preocuparse por acumular clientes felices y no premios en sus repisas.
Las agencias deberían de comunicar y entregar resultados. Punto."

En otro aparte dicen: "La creatividad no existe. Mucho menos existen los "Nuevos Conceptos"."
Por lo menos en esto son honestos.

Esta es una muestra de la campaña de PC vs MAC (que ya he comentado en este blog):


Este es el comercial de la agencia Pico Adworks:




martes, 14 de julio de 2009

Nos Siguen Interrumpiendo


Esta modalidad de interrupciones no es para nada novedosa, sencillamente me tocó hoy a mí en un taxi, después de tomarle la foto le pedí al taxista que apagara la pantalla, no la soporte por más de 3 cuadras. Lo único rescatable de esta acción de promoción es que por lo menos entre mensaje y mensaje había algo de contenido.

domingo, 12 de julio de 2009

Una Persona Hace la Diferencia

Me encanta Andrés (el restaurante), su comida es deliciosa, el ambiente es increíble, su capacidad de sorprenderme gratamente no tiene límite y jamás he cuestionado su precios, se que son altos pero creo que la experiencia se paga. De la misma forma, los bancos, cualquiera que sea, me parecen antipáticos, aburridos y el valor que un cliente promedio como yo percibe de sus servicios es muy bajo. Sin embargo, el viernes pasado, en Bancolombia y en Andrés hubo una persona que hizo la diferencia.

Voy a hacer este relato en orden cronológico, llegué el viernes en horario extendido a una sucursal que no es la oficina en la que está inscrita mi cuenta a retirar dinero sin tarjeta débito y sin tener registrada mi firma, hice la fila sabiendo que con seguridad me encontraría con una barrera y así fue. El cajero, por seguridad no me permitió realizar la transacción que torpemente pretendía. En su negativa y después de mi alegato acerca de lo absurda que era la situación terminó remitiéndome a un asesor de servicio que sencillamente y sin romper ninguna de las reglas del banco ingeniosamente encontró la forma de ayudarme. Esta persona hizo la diferencia, fue un poco más allá, tuvo iniciativa y me saco de una situación en la que como usuario tenía toda las de perder.

Después de una breve acicalada me dirigí a celebrar el cumpleaños de un amigo en Andrés, no había duda alguna que la noche sería perfecta, si había superado lo del banco solamente cosas buenas podrían pasar. Así se fue dando la noche, el aguardiente bajó por el esófago sin molestia alguna, la arepa de choclo y las mollejas de ternera (reconozco que tengo una debilidad por los cortes de tercera) estaban tan buenas como siempre, la música estaba bien, de golpe un poco más de salsa y menos Michael Jackson habría estado mejor, pero se entiende que todavía estamos de luto.

Todo muy bien hasta que me encontré con la persona que hizo la diferencia, ese mesero, un tal Jonathan (no sé si se escriba así), primero le pregunto por la ubicación del sitio en el que se guardan las carteras, chaquetas y bufandas que tanto estorbo hacen dentro del sitio y después le pregunto a ver si el puede ir y traerlas. Hasta el momento no se que fue lo malo que hice o el tono inadecuado que usé para que esta persona que representa a una organización obsesionada con el servicio me respondiera de forma grosera y me encarara increpándome por un supuesto tono inadecuado, hasta donde recuerdo usé el siempre bien ponderado “por favor” y mi tono no pudo ser otro diferente al de una voz de cansancio, su respuesta: “si me lo pide bien, yo se lo traigo”, ¿cómo se le tiene que pedir? ¿más allá de la cortesía regular, cual es el código para que un mesero le traiga algo a uno? Acto seguido, le quité la llave de su mano y me dirigí personalmente al casillero a recoger mis pertenencias, por el camino 2 personas más de servicio que se habían dado cuenta de la situación me alcanzaron y me pidieron disculpas por lo sucedido.

Todavía no entiendo que fue lo que pasó con esta persona, lo importante es que las empresas de servicio estamos en la obligación de identificar y potencializar a las personas que hacen la diferencia para bien y bloquear oportunamente a las que hacen la diferencia para mal. Por lo pronto yo tengo que reconocer mi primera experiencia buena con Bancolombia y condenar a Jonathan por arruinarme la noche y darme una razón para hablar mal de Andrés, antes no la tenía.

lunes, 6 de julio de 2009

Igual Nunca me Consideré un Blogger

Asi es, más allá de considerarme un blogger lo que he tratado de hacer en este espacio (con interrupciones y todo), es tratar de analizar algunos temas y de compartir y reproducir otros muchos. En esa misma línea les dejo las 10 razones por las cuales David Armano considera que uno se debe dejar de considerar un blogger:

1. People are only nice to bloggers because now, they have to be.
2. Blogger sounds like "booger". Ew.
3. Bloggers are so 2006. "Microbloggers" are the new bloggers.
4, Most successful bloggers have written a book. That makes you an author.
5. If you haven't written a book, you're just a blogger.
6. No one really wants you to blog about what they did at last night's party.
7. Blondes have more fun. Bloggers have more fights.
8. Bloggers are now respectable, like journalists and lawyers. Except no one trusts journalists and lawyers.
9. The word blogger rhymes with "jogger"—subliminally recalling images of head bands, knee highs and short shorts.
10. Bloggers only talk about blogging. You're more interesting than that.