lunes, 11 de agosto de 2008

Una Marcha Peligrosa

Lejos de ser una marcha como la que hizo en el pasado, el Profesor Moncayo planea embarcarse en una nueva jornada a pie, esta vez, por la selva (con toda su vastedad) colombiana. De alguna forma en la primera marcha Moncayo logró su objetivo, logró que habláramos nuevamente de los secuestrados, logró sacar a su hijo y a los otros rehenes del cautiverio que significa el olvido de la sociedad. Pero esta otra historia, el tamaño de la travesía todos los riesgos que implica, raya en lo absurdo. No es solamente lo agreste del recorrido, es saber que la posibilidad de rescatarlos por esta vía es nula y más aún, la oportunidad para que las FARC se queden con otra víctima para fortalecer su trueque diabólico es perfecta. Me cuesta mucho estar en los zapatos del Profesor Moncayo y asumo que esta acción obedece al desespero ante la prolongada ausencia de su hijo y no a una equivocadísima forma de llamar la atención nuevamente.

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