domingo, 13 de abril de 2008

Que no se Equivoque

Ecuador es un país que tiene por costumbre tumbar a sus presidentes con enorme facilidad, así lo han sufrido los últimos 6 o 7 presidentes, un país en el que las fuerzas armadas controlan el poder sin mucho esfuerzo, especialmente después de la presidencia de Lucio. El presidente Correa parece haber olvidado este pequeño detalle y a raiz del incidente con Colombia ha empezado a agitar las relaciones entre el ejecutivo y la milicia en su país, grave error. La apuesta de Correa es arriesgada, además de meterse con las vacas sagradas del ecuador lo hace teniendo un rabo de paja que va desde Quito a Caracas, por su bien y por la estabilidad del Ecuador que no se equivoque.

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