viernes, 5 de septiembre de 2008

¿Un Cerdo Malo?


Al escribir esta entrada estoy corriendo el riesgo de pasar por bruto, pero es así, no lo entiendo. Conceptualmente no entiendo la campaña de publicidad que desarrolla actualmente la Asociación Colombiana de Porcicultores intentando transmitir las bondades de la carne de cerdo. El claim de la campaña es: "Los cerdos malos solo existen en tu imaginación. En la vida real, hoy todos son buenos.", me parece perfecto que quieran desmitificar lo nocivo del consumo de carne de cerdo, pero creo que en el concepto de la campaña están mal parados. Empecemos por entender el problema que se quiere resolver a partir de lo que expresa su concepto. Primero, todo el mundo cree que la carne de cerdo es nociva para la salud y segundo, hay algo que se está haciendo hoy, que nadie lo sabe pero está logrando que la carne de cerdo no sea nociva.
De ser así, en nuestra imaginación el cerdo como figura no es mala, por el contrario, la personificación del cerdo es completamente bonachona, por eso, valerse de un cerdo que les corta el puente a unos excursionistas es incomprensible para mí. Voy a hacer un breve recuento de los cerdos que se encuentran en mi imaginación: Piglet, Porky Pig y los tres cerditos, ¿Cuál de estos es malo? En cambio, en la vida real si tengo metido que el cerdo es malo, ahí falla para mí el concepto de la campaña.
Por otro lado, ¿Desde cuándo son buenos los cerdos? ¿Son buenos por un mejoramiento del proceso de engorde? ¿Son buenos porque genéticamente se han modificado? Ese cambio en el cerdo de “hoy” no se transmite por ningún lado, lo único bueno del cerdo de hoy según la campaña es que el cerdo no me va a cortar el puente de madera si algún día cruzo por uno.
Si realmente es cierto que el consumo de cerdo no es nocivo para la salud y se busca derrumbar algo que se encuentra en el inconsciente colectivo hágalo trabajando con lo que realmente se encuentra ahí. Claramente un cerdo que le corta la cuerda a unos exploradores no es algo que todos tengamos en nuestra imaginación. Si se quería usar el humor como herramienta, el cerdo o el marrano como lo llamamos coloquialmente es una figura riquísima para valerse de ella, no le veo el humor a un cerdo que se mueve como Guri Guri y que asusta a unos boy-scouts.
Al parecer la agencia que desarrolló esta campaña encontró un buen marranito.