domingo, 4 de mayo de 2008

Inside Job

No cabe la menor duda que la política de recompensas del gobierno Uribe (los anteriores también la han usado) ha dado resultados: jefes paramilitares, comandantes guerrilleros, capos del narcotráfico y delincuentes comunes, todos han caído por que al interior de sus estructuras alguien se cansa de la vida de prófugo, del maltrato de sus superiores o simplemente porque el dinero es una tentación enorme. El resultado mediático (como prácticamente todo en este gobierno) es impactante, y claro, nos alegramos por estar ganándole la lucha a la delincuencia común y organizada ¿Pero realmente estamos ganando? Moralmente, perdemos, la delación inducida por el pago es vergonzosa, degradante y peligrosa. De igual forma, deberíamos tener instituciones de seguridad lo suficientemente sólidas para dar resultados sin tener que pagar. Por último ¿En manos de quién están quedando estos dineros? ¿A quién estamos perdonando por acusar a sus jefes? Me atrevo a decir que con estos dineros no se harán muchas obras de caridad, ni se invertirá en proyectos que generen valor al país, eso al final no es tan importante. Duele y preocupa la impunidad, perdonar al número dos de una organización por capturar o dar de baja al número uno es incorrecto y por sus manos igual están manchadas de sangre.

Dejo algunas caricaturas de Vladdo que ilustran esta horrible situación:





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